CONFLICTO SOCIAL Y CONFLICTO ESCOLAR: APRENDIENDO A CONVIVIR

Los conflictos suelen verse como algo que dificulta la vida y en general  toma matices desagradables que en ocasiones altera la vida social; sin embargo es posible  identificarlo como una oportunidad si se sabe cómo  actuar y sacar provecho de las situaciones.   El presente escrito representa una visión en torno al conflicto social y al conflicto escolar como dos formas de relación que están estrechamente relacionadas, cuya interacción puede hacer posible la configuración de la convivencia  como aspecto positivo que emerge  en la constitución de la cultura ciudadana.   La escuela requiere aunar esfuerzos con la familia y la comunidad para  que los niños, niñas y adolescentes aprendan a negociar sus diferencias y sean gestores de relaciones armónicas que fortalezcan su formación, cohesionen los grupos de pares, permitan el reconocimiento del otro, promuevan la aceptación de la diversidad  y la singularidad para acercarlos a la experiencia de sociedades más tolerantes, respetuosas y responsables.